Agencias, Ciudad de México.- La industria aseguradora pagó 500 mil millones de pesos al cierre de 2023, esto representa mil 370 millones de pesos cada día, esto es un reflejo de cómo el seguro se adaptó y respondió a la incertidumbre, al tiempo que los beneficios que ha otorgado resguardaron el patrimonio de miles de familias y empresas.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), detalló que las aseguradoras pagaron 174 mil 943 millones de pesos en el ramo de vida; qué significó el 39.4% de participación del mercado y 105 mil 996 millones de pesos en accidentes y enfermedades, el equivalente a 19% del mercado asegurador.
Por ejemplo, la pandemia fue un gran detonador que impulsó el uso de los seguros de vida, sin embargo, aún existen muchas áreas de oportunidad para su penetración y ofrecer esquemas más personalizados.
Mientras que en el ramo de automóviles se realizó un pago total por 100 mil 840 millones de pesos, equivalente a 19.6% del mercado asegurador; daños sin autos 88 mil 964 millones de pesos, 17% del mercado, y 29 mil 39 millones de pesos en pensiones, el 4.8% de participación de la industria.
“Los recursos entregados a familias y empresas les permitieron afrontar los eventos inesperados para continuar con sus proyectos y metas, fortaleciendo su resiliencia”, aseguró Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS.
El seguro, una herramienta financiera de estabilidad
En los últimos años, se han materializado diversos riesgos como los sismos de 2017, la pandemia de Covid-19 y el paso del huracán Otis por Guerrero, que han demostrado la importancia de una herramienta financiera como lo es el seguro, ya que por el mayor evento catastrófico la industria ha pagado hasta 3 mil 500 millones de dólares.
Por esta razón, la industria presentó una propuesta de 5 pilares para contribuir a la protección financiera de la población, con un enfoque social e inclusivo.
El primer pilar es el acceso a la salud con calidad donde una de las principales propuestas es la participación de seguros privados en el financiamiento de la salud y como complemento a los servicios de salud pública.
La protección a víctimas de siniestros viales es el segundo pilar y entre las propuestas está lograr que se extienda la obligatoriedad del seguro de protección a víctimas de siniestros vía inclusión en los marcos legales estatales y federales.
El tercer pilar es la resiliencia ante desastres, donde se propone promover un Estudio de Gestión Integral de Riesgos en todos los estados.
La protección económica para el retiro es el cuarto pilar, y entre las propuestas están ampliar el alcance y modalidades de las rentas vitalicias.
Y el quinto pilar son los seguros inclusivos, la propuesta de las aseguradoras es complementar el alcance de las Programas Sociales a través del uso de microseguros o seguros paramétricos.
Industria, sólida y solvente
La industria aseguradora es el tercer inversionista más importante del país con 1.6 billones de pesos, y cuenta con tres veces el capital de solvencia requerido para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones y 3 veces el requerimiento de capital de solvencia por ley.
“La industria es solvente y con capacidad para enfrentar los riesgos del futuro y atender las necesidades de las personas en un mundo en transformación”, dijo la directora general de AMIS.
Las compañías aseguradoras se están preparando para atender las nuevas expectativas cambiantes de los clientes, ligadas a la innovación tecnológica y la experiencia digital.
Asimismo, las compañías aseguradoras personalizarán cada vez más los productos para sus clientes, gracias al uso de Big Data, Inteligencia Artificial generativa y la interacción de Ecosistemas Digitales.
En la industria de la salud, el mundo enfrentará retos para mejorar la salud y el bienestar de las personas, moviéndose hacia un modelo preventivo para los asegurados.