Agencias, Ciudad de México.- El Banco Mundial anunció el lunes que había rebajado su previsión de crecimiento económico para África subsahariana este año del 3,4% al 3%, debido principalmente a la destrucción de la economía sudanesa en la guerra civil.

Sin embargo, se espera que el crecimiento se mantenga cómodamente por encima del 2,4% del año pasado, gracias al aumento del consumo privado y la inversión, señaló el banco en su último informe de perspectivas económicas regionales, Africa’s Pulse.

«La recuperación sigue siendo lenta», dijo en una rueda de prensa Andrew Dabalen, economista jefe del Banco Mundial para la región africana.

El informe prevé un crecimiento para el año próximo del 3,9%, por encima de su anterior predicción del 3,8%.

La moderación de la inflación en muchos países permitirá a los responsables de política monetaria empezar a bajar los elevados tipos de interés, según el informe.

Sin embargo, las previsiones de crecimiento siguen enfrentándose a graves riesgos derivados de los conflictos armados y de fenómenos climáticos como sequías, inundaciones y ciclones, añadía.

Sin el conflicto de Sudán, que devastó la actividad económica y causó hambruna y desplazamientos generalizados, el crecimiento regional en 2024 habría sido medio porcentaje superior y en línea con su estimación inicial de abril, dijo el banco.

Se espera que el crecimiento de la economía más avanzada de la región, Sudáfrica, aumente al 1,1% este año y al 1,6% en 2025, frente al 0,7% del año pasado, según el informe.

Se espera que Nigeria crezca un 3,3% este año y un 3,6% en 2025, mientras que Kenia, la economía más rica de África Oriental, se expandirá probablemente un 5% este año, según el informe.

INVERSIÓN Y DEUDA

Muchas economías de la región carecen de inversiones públicas y privadas y la recuperación de las inversiones extranjeras directas iniciada en 2021 sigue siendo moderada.

«La región necesita niveles de inversión mucho mayores para poder recuperarse más rápidamente y reducir la pobreza», afirmó.

El crecimiento de la región también se ve frenado por los elevados costes del servicio de la deuda en países como Kenia, sacudida en junio y julio por mortíferas protestas contra la subida de impuestos.

«Los niveles de pago de intereses son asombrosos», dijo Dabalen, atribuyendo esta situación a la tendencia de los países a endeudarse en los mercados financieros en la última década, alejándose del crédito a bajo precio ofrecido por instituciones como el Banco Mundial.

La deuda externa total de las economías ha aumentado de 150.000 millones de dólares hace una década y media a unos 500.000 millones, y la mayor parte se debe a inversores del mercado de bonos y a China.