Agencias, Ciudad de México.- El Museo Franz Mayer de la Ciudad de México convierte su acervo de 783 libros del Quijote, una de las colecciones «más grandes» en Latinoamérica, en la exposición ‘Vuelta al Quijote’, que, a partir del próximo sábado, estará disponible al público, tal y como explicó este jueves la responsable de los Acervos Documentales, Tania Vargas.

“Nuestra colección está en comparación con la de la Biblioteca Nacional de España. Buena parte de las ediciones que se encuentran allá, que son como hermanitas de las que nosotros tenemos, alguna vez estuvieron juntas”, señaló en una conferencia de prensa en la biblioteca del museo.

Esto es porque el coleccionista Juan Sedó, que vendió “buena parte de sus ediciones” al filántropo alemán nacionalizado mexicano Franz Mayer, también las vendió al organismo español.

El asesor cervantista de la exhibición, Emiliano Álvarez, añadió que, aparte de las impresiones en castellano, quien visite la exhibición encontrará “ediciones en 18 idiomas distintos, con tipografías e imprentas distintas”.

La exposición, que se inaugurará durante el Día Internacional de los Museos, el 18 de mayo, y estará disponible hasta el 20 de octubre, combina los libros con muebles que ayudan a comprender cada edición del Quijote, como escritores o escribanías de diferentes países.

Entre los casi 800 ejemplares que se podrán ver, hay ediciones impresas en Países Bajos o en China, así como ejemplares con ilustraciones anónimas.

Sin embargo, la directora general del museo, Giovana Jaspersen, advirtió de que ‘Vuelta al Quijote’ no quiere dirigirse especialmente a los seguidores de la obra o fomentar su lectura, sino dar a conocer “por qué es tan trascendente”.

«Tres niveles de lectura»

“En primer lugar, el libro, que está en el centro: cuándo se escribe, cómo se escribe, qué significó. (…) La segunda tiene que ver con cuatro temas vigentes hoy. (…) Y, la tercera, con la cronología de ediciones del Quijote: desde la primera que tenemos en el acervo hasta las más recientes”, desgranó.

El asesor cervantista de la exposición, Emiliano Álvarez, relató, en relación con el segundo enfoque, cómo se ha analizado la obra de Miguel de Cervantes.

En primer lugar, el rol de los personajes femeninos y su importancia dentro del libro, seguidos del “tema de la risa”, las “tensiones” entre la ficción y la realidad y la “irracionalidad” que destila.

“Es un libro para morirnos de la risa”, reconoció Álvarez, que puso en valor el esfuerzo para recuperar este Quijote «lleno de comedia, de escatología” y al mismo protagonista, “que está más chiflado que una cafetera”.

La labor de preparación de ‘Vuelta al Quijote’, que ha supuesto unos dos años de trabajo, conllevó diferentes retos, como “encontrar el sitio que corresponde” a cada profesional involucrado o dar con la estrategia ideal para hablar de manera atrayente sobre el tema, en palabras de Jaspersen.

“Es una exposición que, a nivel museográfico, tenía unos retos tremendos porque, chistes, ¿cómo hacemos para lograr hacer una exposición que tiene mil libros, que es el mismo libro, y hacer que eso pueda ser interesante?”, reconoció.

Sin embargo, la directora general puso en valor el “ejercicio de imaginación” y la combinación de personas que integraron un “engranaje gigantesco”, cuyo “talento” salió a “rescatar el siguiente paso” para dar con la exposición que, ahora, alberga el Franz Mayer, uno de los museos más importantes de México ubicado en el centro histórico de la capital e inaugurado en 1986.