Agencias, Ciudad de México.- El reinante campeón de las 500 millas de Indianápolis Josef Newgarden se secó las lágrimas el viernes y aceptó la culpa por manipular el sistema de “push-to-pass” en su victoria en la carrera inaugural de la temporada de la IndyCar y que ya le quitaron. Lo describió como una vergüenza y reconoció que tiene un largo camino para recuperar el respeto de sus compañeros.
En una emotiva conferencia de prensa de 25 minutos en el Barber Motorsports Park antes de la carrera del fin de semana, el dos veces campeón de la serie insistió qe “no es un mentiroso” y que no rompió las reglas de forma intencional. Estos fueron sus primeros comentarios públicos desde que le quitaron su victoria del 10 de marzo en St. Petersburg, Florida, la primera descalificación en 29 años.
“Me quiero disculpar profundamente con los aficionados, socios, mis compañeros y rivales”, indicó Newgarden. “Todos los que están en nuestro comunidad, he trabajado toda mi carrera para mantener un estándar de calidad alto y claramente fallé en ese respecto”.
La decisión de la serie de quitarle la victoria a Newgarden fue “absolutamente” la correcta de parte del dueño, Roger Penske, que también es dueño del equipo de Newgarden y es uno de los gigantes del deporte y pone a la IndyCar en un punto difícil antes de las 500 millas de Indianápolis el próximo mes.
Su compañero en el equipo Penske Scott McLaughlin, quien terminó tercero, también fue descalificado. Mientras que Will Power, que fue cuarto, recibió una penalización de 10 puntos a pesar de que no fue acusado de nada. Los pilotos recibieron además una multa de 25.000 dólares por manipular los sistemas de los tres autos.
El equipo sostiene que usaron el sistema “push-to-pass” de sus tres Chevrolets en las sesiones de pruebas y que por error no lo reemplazaron antes de que iniciara la sesión. El sistema se quedó por tres carreras hasta que fue descubierto el fin de semana pasado antes de la carrera en Long Beach, California.