Agencias, Ciudad de México.- El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, volvió a pedir a sus aliados occidentales que le autoricen atacar objetivos militares en el interior de Rusia, en particular bases aéreas, tras un nuevo ataque en Járkov.
«Sólo una solución sistémica puede oponerse a este terror: la solución del largo alcance para destruir los aviones militares rusos allí donde tengan su base», declaró Zelenski.
«Esperamos que las decisiones apropiadas vengan en primer lugar de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia», añadió.
Una bomba teledirigida lanzada por la aviación rusa impactó el domingo por la tarde en un edificio residencial de Járkov, en el noreste de Ucrania.
«Hay 41 heridos», señaló en Telegram el jefe de la administración de la región, Oleg Synegubov, añadiendo que una mujer y un niño de 12 años se encontraban en estado grave.
Zelenski afirmó que Rusia atacó también las regiones de Sumy y Donetsk el domingo con bombas teleguiadas.
Dijo que cada día el ejército ruso lleva a cabo «al menos cien ataques aéreos de este tipo».
La alcaldía de Pokrovsk, un importante centro logístico del este de Ucrania, indicó por la mañana que bombardeos rusos dejaron al menos un muerto.
El ejército ruso, más numeroso y con mayor poder de fuego, se encuentra según los observadores militares a menos de diez kilómetros de Pokrovsk.
El suministro de agua corriente y gas ha sido cortado en la ciudad debido a los combates, anunciaron las autoridades, y se han organizado distribuciones de agua potable.
Los ataques rusos también han dejado grandes partes de la ciudad sin electricidad, dijo el ayuntamiento.
Desde mediados de agosto, y frente al avance de las tropas rusas, las autoridades evacuaron a miles de residentes.
Hace unas semanas el jefe de la administración de la región de Donetsk, Vadim Filashkin, dijo que 26.000 personas, incluidos más de mil niños, siguen en Pokrovsk, que tenía unos 50.000 habitantes antes de la invasión rusa de febrero de 2022.
Otras ciudades del este de Ucrania, como Bajmut o Mariúpol, fueron retomadas por Moscú después de bombardearlas masivamente y dejarlas en ruinas.