Agencias, Ciudad de México.- Ne’man Abu Jarad se sentaba en una lona en el suelo. A su alrededor había otras colgadas de cuerdas para formar las paredes de su carpa. Durante el último año, Ne’man, su esposa, Majida, y sus seis hijas han recorrido la Franja de Gaza tratando de sobrevivir mientras las fuerzas israelíes sembraban la destrucción a su alrededor.

Es muy diferente de su casa en el norte de Gaza, un lugar de reconfortante rutina, afecto y seguridad. Un lugar donde los seres queridos se reunían en la azotea entre el olor de las rosas y el jazmín.

“Tu hogar es tu patria. Todo lo bueno en nuestra vida era el hogar”, dijo Ne’man. “Nos falta todo eso”.

La familia perdió esa estabilidad cuando Israel lanzó su campaña en Gaza en represalia por el ataque de Hamás del 7 de octubre.

En las semanas y meses que siguieron, hicieron exactamente lo que ordenaron los israelíes. Obedecieron los avisos de evacuación, moviéndose a donde les decía el Ejército. Huyeron siete veces. Cada vez, sus vidas se volvían más irreconocibles.

La guerra ha desplazado a casi toda la población de Gaza, 1,9 millones de sus 2,4 millones de palestinos. Como los Abu Jarad, la mayoría se han visto desarraigados varias veces.