Agencias, Ciudad de México.- Cada vez fluye más dinero hacia las campañas políticas estadounidenses, desde las elecciones para jueces y legisladores estatales hasta las presidenciales. Los candidatos utilizan los fondos principalmente para comprar anuncios en televisión, como parte de una estrategia enfocada en persuadir al mayor número posible de personas para que acudan a votar por ellos.

Sin embargo, aunque los candidatos utilizan el dinero de los donantes para contar sus historias a los posibles electores, la procedencia de esos fondos también puede contar una historia sobre los candidatos.

De acuerdo con Robin Kolodny, profesor de ciencias políticas de la Universidad Temple de Filadelfia, el análisis de las contribuciones y sus importes puede ayudar a los votantes a conocer las afinidades políticas de un candidato y sus prioridades.

Según explicó, seguir la ideología de los principales donantes podría dar a los electores una idea de la ideología de los candidatos. En cuanto a las prioridades de los candidatos, es poco probable que el dinero pueda cambiar sus verdaderas convicciones, pero sí puede animarlos a perseguir ciertos proyectos primero o de forma más agresiva que otros.

Por eso es tan importante la transparencia, según indicó Brendan Glavin, subdirector de investigación de OpenSecrets, una organización sin ánimo de lucro que facilita el seguimiento de los datos financieros de las campañas.

“La gente necesita saber de dónde procede el dinero”, afirmó.

De más a menos transparente

Al igual que los candidatos se presentan a distintos niveles de cargos, también están sujetos a distintos niveles de escrutinio.

El gobierno federal dispone de más recursos que los gobiernos estatales o locales para recopilar datos y hacer cumplir la normativa sobre campañas.

La Comisión de Elecciones Federales de Estados Unidos (FEC, por sus siglas en inglés) tiene una página web en la que cualquiera puede rastrear contribuciones a campañas para cargos federales, como la presidencia o el Congreso. La secretaría de gobierno de Pensilvania dispone de una herramienta de búsqueda construida con tecnología más anticuada para investigar las donaciones en las contiendas a nivel estatal. A nivel local, son las ciudades y los condados los que deciden cómo poner esos datos a disposición del público.

“Cuando se recorren los distintos niveles de gobierno, desde la FEC hasta el nivel estatal y el local, cada vez resulta más difícil”, señaló Stephen Medvic, profesor de ciencias políticas del Franklin and Marshall College.

Pittsburgh tiene una base de datos en la que se pueden hacer búsquedas, y el condado de Montgomery escanea y cataloga los informes financieros. La mayoría de los condados conservan los registros en papel en un archivo, aunque están a disposición del público.

“A los ciudadanos les resulta muy, muy difícil hacer un seguimiento”, explicó Medvic. “Así que realmente tenemos que confiar o bien en los grupos de buen gobierno que hacen un seguimiento de este tipo de cosas o, obviamente, en los periodistas”.

Cómo hacer un seguimiento de la contabilidad de un político

Según Kolodny, Estados Unidos es probablemente el país del mundo donde la financiación de las campañas es más transparente. Incluso con respecto a las organizaciones que apoyan a candidatos pero no tienen que revelar quiénes son sus donantes. Esta práctica se conoce como “dinero oculto”.

Estados Unidos también organiza algunas de las campañas más caras del mundo. Además de las páginas web gestionados por el gobierno, grupos como la organización no partidista OpenSecrets ayudan a vigilar el dinero que se destina a las campañas.

En su página web, OpenSecrets agrega datos federales y establece conexiones, lo que permite a los usuarios buscar candidatos y cargos federales, donantes o gastos externos. También gestiona una página para el seguimiento de candidatos y cargos públicos a nivel estatal, llamada FollowTheMoney (Sigue el dinero). Para las personas muy curiosas sobre el dinero en la política, OpenSecrets ha creado una hoja de consejos para ayudar en las investigaciones.

Es importante que la gente no saque conclusiones precipitadas al examinar las contribuciones, indicó Kolodny.

Una persona puede ver una contribución de una empresa local a un candidato, pero eso no describe necesariamente la afiliación política de la empresa. Las grandes empresas tienden a dar dinero a los candidatos titulares en el área local, explicó, y eso ocurre a menudo sin que se tenga en cuenta la afiliación partidista.

Examinar las donaciones por grupos partidistas puede ser más útil para el votante medio y, sobre todo, para el indeciso.

Los votantes también pueden comparar cuánto dinero procede de pequeñas donaciones frente a grandes donantes o comités de acción política. La cantidad de dinero en una contienda es también una indicación tanto de lo competitivas que serán las elecciones como de la importancia del cargo.

Pero a pesar de todo el dinero que se invierte en las elecciones estadounidenses, no es éste lo que determina el rumbo de la política.

“Nada puede contrarrestar un movimiento popular bien orquestado”, afirmó Kolodny.