Agencias/Ciudad de México.- Imagina una galaxia muy, muy lejana donde el genio de la moda Halston viste a Obi-Wan Kenobi en un modelo fabuloso de la libertina década de 1970.
Ewan McGregor puede. Casi.
McGregor se encuentra en la posición de ser la única persona, al menos en este planeta, que entendería esto, al haber interpretado al maestro Jedi y al extravagante diseñador, el primero en la próxima serie de “Star Wars” de Disney+, que tiene al actor escocés en un set en Los Ángeles, y el segundo en una miniserie de Netflix estrenada el viernes.
“Sería mucho más cómodo”, dijo a The Associated Press en una entrevista reciente por Zoom. “Todo sería de cachemira, ya sabes, nada de ese material pesado de mantas”.
Aunque “Halston” apenas se estrenó el viernes, ya había generado comentarios duros para McGregor y el director Daniel Minahan, ambos entre los productores ejecutivos de la serie junto con Ryan Murphy.
La sobrina de Halston, Lesley Frowick, y otros familiares, criticaron el apasionado proyecto de Minahan el lunes como “francamente, basura” e “impreciso”, aunque no habían visto más que un tráiler. Frowick, por teléfono desde California, dijo que la familia y los archivos de Halston no fueron consultados, aunque Minahan dijo a la AP que habló con el padre de Frowick y el hermano de Halston, Robert, antes de su muerte en 2007. La viuda de Robert Frowick disputa que su esposo haya sido consultado.
“Creo que todos tienen derecho a una opinión. Esto no es un documental, es una serie dramática”, dijo Minahan. “Y la gente que conocía a Halston y estuvo cerca de él y que la han visto ha respondido muy bien”.
Además, el astro de “Pose” Billy Porter, un amante de la moda, ha cuestionado la elección de un actor heterosexual como McGregor para interpretar un papel gay, señalando que los actores gay rara vez tienen acceso a papeles heterosexuales.
“Sentí que Ewan era la mejor persona para el trabajo”, dijo Minahan, quien es gay. “Simplemente no puedo imaginar a alguien más haciéndolo. Él era mi primera opción”.
Por su parte, McGregor — quien iba de una entrevista a otra promoviendo la serie mientras blandía su sable de luz — dijo que el hecho de que Frowick y otra de las seis sobrinas de Halston no estuvieran conformes le “entristece”.
“Fuimos tan meticulosos”, dijo. “Dan Minahan ha estado investigando esto, quería hacer esto por más de 20, años así que es una pena”.
Halston, originario del centro de Estados Unidos, revolucionó su industria con cómodos vestidos de gala deconstruidos, vestidos camiseta lavables de tela sintética y un enfoque minimalista y limpio que redefinió la moda estadounidense comenzando en la década de 1960.
Fue el creador del emblemático sombrero cilíndrico azul que Jackie Kennedy usó en la ceremonia de investidura de su esposo, el presidente John F. Kennedy (Halston comenzó su carrera como sombrerero) y tenía una lista de bellas musas y amigos famosos que incluían a Elizabeth Taylor, Liza Minnelli (interpretada por Krysta Rodríguez), Babe Paley, Bianca Jagger y Andy Warhol.
Para la era disco, Halston era un cliente regular del club nocturno Studio 54, y más adelante diseñó vestuarios para la famosa coreógrafa Martha Graham. Su ropa brillante y sensual, ha dicho Minnelli, eran piezas que bailaban con uno.
Halston perdió el uso de su nombre como marca en un acuerdo comercial que lo hizo rico, pero lo dejó a merced de una serie de supervisores corporativos. Roy Halston Frowick, su nombre completo, nació en Des Moines, Iowa, y murió en 1990 de complicaciones relacionadas con sida a los 57 años, tras haber dejado su mundo en Nueva York al abandonar la empresa que llevaba su nombre. Fue acogido por familiares en el norte de California, donde falleció en un hospital de San Francisco.
Su decisión de llevar su estética a las masas incluyó hacer ropa para J.C. Penney y toda una serie de productos: equipaje, alfombras, uniformes para niñas exploradoras y para la aerolínea Braniff Airways, y una inolvidable fragancia que venía en una botella con forma de lágrima, diseñada por una de sus amigas: Elsa Peretti. Ella se convirtió en diseñadora de joyas para Tiffany & Co. (tras ser presentada por Halston) y formaba parte de su grupo de modelos apodadas las Halstonettes.
En la serie abundan las escenas en las que Halston inhala cocaína, tiene sexo con prostitutos y gasta descontroladamente. Tenía una afición por llenar con orquídeas frescas su taller forrado de espejos en el Olympic Tower y tomar aviones a cenas en los mejores restaurantes desde Nueva York hasta el retiro que alquiló de Warhol en Montauk, una zona apartada de Long Island.
La serie biográgica, basada en el libro de 1991 “Simply Halston” de Steven Gaines, también aborda su propia reinvención de chico pobre en Indiana (su gran familia se mudaba mucho) a un adicto al trabajo vestido elegantemente con cuellos de tortuga negros y mal temperamento.
McGregor, como parte de su preparación, aprendió a coser y tomó té con Minnelli, aunque prometió mantener los detalles en privado.
“Simplemente quería que ella supiera que él estaba en buenas manos conmigo”, dijo McGregor. “Se han dicho muchas cosas sobre Halston a lo largo de los años y quería que ella supiera que yo respetaba el amor que ella tenía por él y su amistad. No imaginé cuán profundo sentiría su amor por él hasta que tomamos té”.
Rodríguez, conocida por su trabajo en teatro y televisión (era Ana Vargas en “Smash” de NBC), dejó su propio sello en “Halston”. No conoció a Minelli y admite que se sintió nerviosa de interpretar a la leyenda viviente para Netflix.
Su parecido con Minnelli, con sus grandes ojos redondos, es asombroso.
“Definitivamente estaba nerviosa. Tuve que cancelar la voz que me decía qué pensaría Liza o de lo contrario nunca iba poner un pie en el set”, dijo. “No la contacté. Pensé que ella y Ewan tuvieron un momento muy especial y quería mantener eso, lo que habían creado juntos”.
McGregor, de 50 años, podrá estar de vuelta con la Fuerza, pero dijo que no podrá olvidar pronto a Halston.
“Me encantó interpretarlo”, expresó. “No creo que haya nada de Halston en Obi-Wan, pero habrá un poquito en mí. Creo que él veía belleza en todas partes”.