Agencias, Ciudad de México.- El informe más reciente del Banco Mundial sobre «Mujeres, empresas y legislación» destaca la profunda brecha de género que persiste a nivel mundial, evidenciando que la paridad económica entre hombres y mujeres es un objetivo aún distante para todos los países, incluidos aquellos con economías más avanzadas. Con la introducción de criterios más amplios, el informe revela que, en contraste con la percepción anterior, las mujeres globalmente acceden solo al 64% de la protección legal que ampara a los hombres, una cifra significativamente menor al 77% estimado previamente bajo parámetros más limitados.

Esta revisión metodológica ha permitido una evaluación más precisa de la realidad, considerando no solo las leyes en los libros sino también su aplicación efectiva y la experiencia vivida por las mujeres día a día. La discriminación legal y práctica limita severamente la capacidad de las mujeres para trabajar y emprender en igualdad de condiciones, lo que no solo es injusto sino también económicamente contraproducente. El informe sugiere que eliminar estas disparidades podría aumentar el PIB global en más del 20%, duplicando el índice mundial de crecimiento en la próxima década.

A pesar de que 98 países cuentan con legislación que promueve la igualdad salarial, solo en 35 se han implementado medidas para asegurar su cumplimiento, evidenciando una vasta brecha entre la ley y la práctica. Este desajuste subraya el reto de garantizar que los avances legales se traduzcan en cambios reales y tangibles para las mujeres.

El Banco Mundial también destaca áreas críticas donde la mayoría de los países están fallando, como la provisión de servicios de guardería y la seguridad de las mujeres. La falta de infraestructura de cuidado infantil y la inseguridad limitan significativamente la participación de las mujeres en la fuerza laboral y en la economía. La desigualdad en la distribución de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos perpetúa estas brechas, con las mujeres dedicando, en promedio, 2.4 horas más al día a estas actividades que los hombres.

Además, la seguridad de las mujeres en el espacio público y en el trabajo es esencial para su participación económica. Aunque 150 países han legislado contra el acoso sexual en el lugar de trabajo, solo alrededor de 40 han extendido estas protecciones al espacio público. Esta carencia legislativa no solo afecta la dignidad y el bienestar de las mujeres, sino que también obstaculiza su acceso al mercado laboral.

Este informe del Banco Mundial subraya la urgencia de acelerar las reformas legales y la implementación de políticas públicas que faciliten la plena participación de las mujeres en la economía. Abordar estas cuestiones no es solo una cuestión de justicia social, sino una necesidad económica que puede desbloquear un potencial de crecimiento significativo a nivel mundial.