Agencias, Ciudad de México.- El consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, se encontraba el jueves en Londres reunido con analistas para defender el éxito de su banco cuando llegó la noticia de que su competidor BBVA había convertido en hostil una oferta de adquisición por la entidad catalana valorada en 12.230 millones de euros (13.200 millones de dólares).

La inesperada maniobra, que supone la primera oferta pública de adquisición bancaria hostil en España desde la década de 1980, enfrenta a los mismos ejecutivos que intentaron sin éxito negociar un acuerdo entre el segundo y el cuarto banco más grande del país en 2020.

Después de un nuevo acercamiento el mes pasado, el presidente de BBVA, Carlos Torres, dio a su homólogo de Sabadell, Josep Oliu, un mensaje claro en una carta del 5 de mayo: no habría ninguna mejora en su oferta total de acciones.

Sabadell tomó la inusual medida de publicar esa misiva después de que su consejo rechazara el acuerdo, tras lo cual los analistas se preguntaban cuál sería el próximo paso de BBVA.

Tres ejecutivos de la banca en Madrid, que han trabajado con ambos bancos y hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que estaban «sorprendidos» por la agresividad de la decisión de volver la opa hostil tan pronto.

«Una opa hostil en el ámbito nacional —entre instituciones financieras— es muy raro», dijo en una nota la firma de asesoría MKP Advisors, con sede en Londres. «Pero en los últimos días siempre se ha tenido la percepción de que BBVA podría haber estado preparando esto».

Sabadell y BBVA declinaron hacer comentarios.

En una señal de que la batalla entre los bancos se está intensificando, Sabadell acusó a última hora del jueves a BBVA de violar las normas sobre ofertas públicas de adquisición del país.

Sabadell denunció ante regulador español, la CNMV, que «la documentación e información proporcionada por BBVA (…) vulneran el régimen de OPAs e introducen datos incompletos que pueden afectar al mercado».

BBVA no ha hecho comentarios al respecto. La CNMV dijo que estudiaría la denuncia de Sabadell.

El anuncio de BBVA provocó la oposición inmediata de La Moncloa.

El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, dijo que el Gobierno se oponía a la adquisición hostil porque tendría efectos potencialmente dañinos en el sistema financiero del país.

Carles Puigdemont, del partido separatista Junts, que se postula para presidente de Cataluña —la rica región de España que Sabadell ha considerado su hogar desde 1881—, dijo que se debe detener la operación.

‘QUE ASÍ SEA’

En declaraciones a periodistas el jueves, mientras las acciones de BBVA caían un 6%, Torres parecía imperturbable. Si la actitud hostil daña la reputación de BBVA, «que así sea», afirmó.

Torres, un veterano de 16 años en BBVA y presidente de la entidad desde 2018, ha estado observando a Sabadell desde que fracasó el intento de compra de 2020.

Pero tenía dudas de que Oliu aceptara alguna vez vender un banco que el catalán de 75 años dirige desde 1999, según dos ejecutivos de la banca familiarizados con las decisiones de Torres.

Torres dijo el jueves que se había reunido con Oliu a mediados de abril y se estaba preparando para detallar los términos de la fusión propuesta el 30 de abril antes de que la noticia de la adquisición se filtrara a los medios de comunicación, frustrando la reunión y forzando su mano.

Desde las conversaciones para la adquisición en 2020, las acciones del Sabadell han quintuplicado su valor, mientras que las del BBVA han ganado más de un 160%.

Analistas afirman que la capacidad de BBVA para ofrecer más y seguir generando ahorros es limitada.

NUNCA ES FÁCIL

Torres y el consejero delegado, Onur Genҫ, también en su cargo desde 2018, han liderado un fuerte crecimiento en BBVA apostando por México y Turquía. La capitalización de mercado del banco se acercó recientemente a la de su antiguo competidor Santander, un banco con un volumen significativamente mayor en activos.

Pero los analistas e inversores han comenzado a señalar una excesiva dependencia de México, donde los negocios han florecido, y del atractivo de España, donde los tipos de interés más altos han engrosado las arcas de los bancos.

Las fusiones bancarias europeas nunca han sido fáciles, ya que, la política a menudo ha obstaculizado los avances, a pesar de que los supervisores del Banco Central Europeo han fomentado una mayor consolidación en el fragmentado sector europeo.

Pero Torres parece más decidido que nunca a comprar el Sabadell. «Si entonces nos gustaba, ahora nos gusta aún más», dijo Torres a los periodistas el jueves.

La propuesta deja a Sabadell, que ha contado con la ayuda de Goldman Sachs y Morgan Stanley como asesores, con opciones limitadas.

Analistas de Berenberg dijeron que los comentarios de Torres los tranquilizaron: no veía obstáculos de las autoridades de supervisión al acuerdo y considera que la oposición política durará poco.

El consejero delegado de Sabadell —en el cargo desde poco después de las frustradas conversaciones de 2020— y el director financiero del banco cancelaron sus reuniones en Londres el jueves y se apresuraron a regresar a Madrid, dijeron dos fuentes cercanas al asunto.

Torres y su equipo tratarán ahora de convencer a los reguladores de las ventajas de la operación, lo que, según el banco, podría llevar seis meses, antes de dirigirse formalmente a los accionistas.

(1 dólar estadounidense = 0,9281 euros)