Agencias, Ciudad de México.- El seleccionador brasileño de fútbol, Adenor Leonardo Bachi ‘Tite’, afirmó este sábado que la organización de la Copa América 2021, asignada a última hora para Brasil, fue «desastrosa», reiteró la posición contraria del grupo a la realización del torneo, pero negó cualquier tipo de «autosabotaje».

«Cuando un campeonato es hecho de forma desastrosa, rápida, excesivamente como la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) lo hizo, está sujeta a eso y lo va a hacer de nuevo, independientemente del país que fuese», declaró Tite en la rueda de prensa víspera del primer partido ante Venezuela.

Algunos apenas han tenido tiempo de conocer a sus dirigidos, ante el aplazamiento del certamen y de varias fechas de la eliminatoria. Otros, tras la larga inactividad, descubrieron recién deterioros en el funcionamiento habitual de sus equipos.

Para unos y otros, la Copa América funcionará como un laboratorio que les permita encontrar el desempeño óptimo, aun en una sede alterna y con altos niveles de contagio de COVID-19.

Pero el propio coronavirus podría obligar a que los técnicos realizaran cambios imprevistos en sus planteles, algo que complicaría todavía más la misión.

A continuación, datos circunstancias y retos de los técnicos participantes:

Lionel Scaloni (Argentina)

En la penúltima oportunidad para darle a la Argentina de Lionel Messi un título internacional, el técnico de 43 años recurre a otros veteranos, como Sergio Agüero y Ángel di María, de quienes había prescindido en ocasiones previas, cuando buscaba nuevos nombres para la Albiceleste. Ha encontrado algunos, como Lautaro Martínez y Leandro Paredes. En cambio, se habría decepcionado del delantero Lucas Ocampos y del defensa Juan Foyth, por insuficiencias en la eliminatoria, donde Argentina marcha segunda, tras dos empates que generaron críticas. Un título que mejore el tercer puesto de la Copa América de 2019, cuando Scaloni debutó en torneos oficiales también en Brasil, brindaría laureles y certezas para el entrenador más joven del certamen.

Tite (Brasil)

Brasil se ha coronado en las cinco ediciones de la Copa América de las que ha sido sede, incluida la de 2019 con Tite, quien no querrá que se rompa la racha, mucho menos en medio de la polémica que envuelve al equipo por sus críticas a la realización del torneo en medio de la pandemia. Aunque el técnico brasileño de 60 años marcha con una foja perfecta en la eliminatoria, habría estado cerca de la destitución antes del certamen, por respaldar a los jugadores en su revuelta. El apoyo a sus dirigidos le habría ganado su lealtad. Pero también lo expondría a más cuestionamientos en caso de una mala actuación.

Óscar Tabárez (Uruguay)

A sus 74 años, el estratega de mayor edad en la Copa América conquistó ya el título en 2011 y ha dicho que ésta octava participación podría ser la última frente a la Celeste. El emblemático estratega padece un trastorno del sistema inmune que deteriora su movilidad. A diferencia de Scaloni, que decidió mantener la base de prácticas en Argentina durante la copa en busca de reducir el riesgo de contagios, Tabárez sí concentrará a sus dirigidos en Brasil. En las eliminatorias, Uruguay acumula tres partidos sin anotar gol. El “Maestro” Tabárez buscará corregir esa improductividad, anómala en el equipo de Luis Suárez, el ariete que condujo al Atlético de Madrid a la coronación en La Liga.

Martín Lasarte (Chile)

Desde Arabia Saudí hasta España, Chile, Egipto y su país natal, Lasarte ha asumido en equipos que se ubican en los últimos puestos y que han terminado disputando títulos. A la Roja, el entrenador de 60 años la tomó sexta de las eliminatorias en febrero, cuando reemplazó a Reinaldo Rueda. Ha bajado un peldaño, prácticamente sin oportunidad de dirigir al equipo. La Copa América asoma como una oportunidad para hacer nueva magia, ahora con una selección que ha ganado dos de las últimas tres ediciones pero que requiere refrescar la exitosa plantilla encabezada por Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Este último se perderá al menos la fase de grupos por lesión.

Eduardo Berizzo (Paraguay)

Discípulo de Marcelo Bielsa desde sus inicios, Berizzo tomó la selección paraguaya en 2019, tras la gestión fugaz del colombiano Juan Carlos Osorio. Su misión era devolver competitividad a una selección que se ha perdido los últimos dos mundiales. En la Copa América de 2019 se clasificó a los cuartos de final y plantó cara ante el anfitrión Brasil, al que llevó a la tanda de penales. El nuevo certamen permitiría al técnico de 51 años seguir avanzando con un conjunto que en la eliminatoria está sólo a un puesto del repechaje.

Ricardo Gareca (Perú)

Idolatrado tras conseguir la primera clasificación mundialista para Perú desde 1982, Gareca se ha complicado en la misión de repetir la proeza. En la Copa América anterior perdió la final ante Brasil. Es último en la eliminatoria, pero una victoria esta semana en Ecuador mejoró el panorama para el entrenador de 63 años, quien apuesta ahora más a la velocidad de Gianluca Lapadula adelante y excluyó de la convocatoria para la Copa América al astro Paolo Guerrero, alejado del estado físico y futbolístico previo a una grave lesión de rodilla.

Reinaldo Rueda (Colombia)

En diciembre dejó las riendas de Chile para dirigir a su natal Colombia, a la que no pudo clasificar al Mundial de 2006. El técnico de 61 años busca dirigir en un tercer Mundial, luego de disputarlo con Honduras en 2010 y Ecuador en 2014. Reemplazó al portugués Carlos Queiroz, destituido el 1 de diciembre y sólo ha dirigido a sus jugadores en los dos partidos más recientes de la eliminatoria, en la que trepó del séptimo al quinto sitio, que otorga el boleto a un repechaje. Prescindió de sus referentes Radamel Falcao y James Rodríguez, quien manifestó su desconcierto por la decisión. En un certamen en que no cargará ya con las responsabilidades de anfitrión, buscaría ir definiendo más el estilo de su equipo.

César Farías (Bolivia)

Con una selección que no gana un solo partido de la Copa América desde 1997, el venezolano de 48 años sólo requiere evitar el último puesto para mejorar el desempeño de Bolivia en la edición de 2019, tras la que perdió su cargo Eduardo Villegas. Ha apostado por un plantel que combina juventud con la experiencia de su goleador histórico Marcelo Martins. Un logro, así sea modesto, mejoraría el ánimo de un fútbol boliviano sacudido durante el último año por serias pugnas intestinas en su federación.

Gustavo Alfaro (Ecuador)

Arribó el 26 de agosto, en reemplazo de Jordy Cruyff, quien no alcanzó a dirigir ni un entrenamiento en medio de la pandemia. El argentino de 58 años ilusionó a los seguidores de la Tri con tres victorias consecutivas en la eliminatoria, incluidas las goleadas a Uruguay y Colombia, pero una derrota ante Brasil y sobre todo el tropiezo como local ante los peruanos supusieron un mazazo para el exentrenador de Boca Juniors, que ha comenzado a recibir cuestionamientos. Mejorará el desempeño de su antecesor Hernán Darío Gómez en 2019 si cosecha más de un punto en Brasil.

José Peseiro (Venezuela)

Reemplazó en febrero de 2020 a Rafael Dudamel, quien renunció en medio del deterioro en su relación con los dirigentes y con algunos jugadores. El portugués de 61 años logró traer de vuelta a Josef Martínez, quien había renunciado a la Vinotinto. Pero el delantero del Atlanta United está lejos del nivel mostrado antes de la seria lesión que sufrió el año pasado en la rodilla derecha. Está por verse si Peseiro puede mejorar el desempeño de una selección que comparte el último puesto de las eliminatorias y que deberá sustituir de última hora a varios futbolistas infectados de COVID-19.

CONNOTACIÓN POLÍTICA

Brasil, que cumplió este sábado quince meses de pandemia por coronavirus, con casi 17,3 millones de casos confirmados y 485,000 muertes, aceptó realizar la presente edición del torneo, después de que Colombia, por problemas de orden público, y Argentina, por la crisis sanitaria, fueran retiradas como sedes.

La aceptación para acoger el torneo por parte del Gobierno del presidente, Jair Bolsonaro, despertó críticas de diversos sectores de la sociedad, movilizó pedidos ante la Corte Suprema para la cancelación del mismo -que fueron negados por el máximo tribunal- y llevó a que los jugadores manifestaran su posición.

Según Tite, el cuerpo técnico, los jugadores y el gerente de la selección, el exAtlético de Madrid Juninho Paulista, le pidieron al presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogerio Caboblo -apartado del cargo por una denuncia de acoso sexual de una secretaria de la entidad- que el torneo no se jugase en Brasil.

«Fuimos leales y lo pedimos antes (de que se oficializara). No la queríamos por respeto por todo lo que vive el país y por el lado sentimental. Nos pidieron tiempo y quedamos a merced, luego la situación fue definida y quedamos expuestos. Nos manifestamos en forma conjunta, pero tenemos orgullo de representar el país», dijo.

A pesar de la posición contraria a la realización del torneo en suelo brasileño, que fue manifestada después del partido en Asunción por la Eliminatoria Sudamericana al Mundial de Catar 2022 y que con la victoria sobre Paraguay (0-2) ratificó a Brasil en el liderato con 18 puntos (100 %), Tite negó que exista algún «autosabotaje».

«No hay un bastón ni una muleta (para disculparse). Vamos a jugar con la exigencia y les voy a cobrar porque es nuestra responsabilidad y lo que escogimos», al aceptar participar del torneo, apuntó el entrenador en la rueda de prensa en Sao Paulo, antes de embarcar para Brasilia.

El estratega negó también que la posición crítica tenga una connotación política, por él ser amigo del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, de izquierda, y el país gobernado por Bolsonaro, de ultraderecha y a quien no recibió en la pasada edición de la Copa América, disputada en 2019 también en Brasil.

«Infelizmente politizaron esto, Tengo respeto y nunca voté en partidos, voto en personas», subrayó el entrenador, quien afirmó que al igual que la selección femenina, que jugó esta semana partidos amistosos con la pancarta «asedio no», es solidario a la secretaria que denunció al presidente de la CBF por acoso sexual.

El partido entre Brasil y Venezuela de este domingo en el estadio Mané Garrincha de la capital brasileña, por el Grupo B, dará inicio a la presente edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo que se disputará con diez equipos en las ciudades de Brasilia, Río de Janeiro, Goiania y Cuiabá hasta el 10 de julio.