Agencias, Ciudad de México.- El macizo de la Montagnette, en el sureste de Francia, renace de sus cenizas con la plantación de especies más resistentes al fuego, meses después de un incendio que acabó con cerca de 1,650 hectáreas de vegetación mediterránea.
«Vamos a hacer una prueba con 200 árboles y ver cómo reaccionan», explica a la AFP Jean Christophe Daudet, alcalde de Barbentane, el municipio provenzal de 4,500 habitantes más afectado por la catástrofe, con 550 hectáreas que ardieron de las 4,000 que componen el macizo.
Provocado por chispas al paso de un tren de carga el 14 de julio de 2022, el incendio –cuyas cenizas llegaron hasta la ciudad de Aviñón–, tardó cinco días en ser controlado definitivamente por los bomberos.
Se produjo en una de las tres olas de calor sucesivas que registró Francia en el verano de 2022, año marcado por un calor excepcional en toda Europa, al que se sumó una sequía persistente.
En total, más de 785,000 hectáreas se quemaron en la Unión Europea (UE) en 2022, más del doble que la media anual de superficie incendiada entre 2006 y 2021, un récord.
La iniciativa de replantación, bastante «innovadora» según el alcalde de Barbentane, se lleva a cabo con especies frondosas «menos inflamables que las resinosas como los pinos» y acostumbradas a resistir a la falta de agua, otro desafío importante debido al cambio climático.
«Se plantarán fresnos de flores, serbales comunes, arces de Montpellier, sorbos silvestres y perales de hojas de almendro», detalla ante algunas decenas de vecinos Jean Pierre Mattalia, presidente de la asociación para la reforestación y la protección del Cengle Sainte Victoire (ARPCV), que dirige la operación.
«Nuevas técnicas» contra el cambio climático
Detrás de él, en la meseta barrida por un poderoso mistral, ya hay filas de hoyos excavados donde se plantarán los futuros árboles.
«Al plantar estos árboles de manera bastante densa, hay una evapotranspiración muy baja por árbol. Es la comunidad la que se protege», subraya Mattalia.
La zona elegida para esta replantación experimental bordea el pueblo. «Es donde el fuego llegó más cerca de las casas. Buscamos también una reconquista simbólica», subraya el alcalde, que, ante el avance de las llamas, tuvo que evacuar temporalmente a unos 1,000 habitantes.
«Si todo va bien, en noviembre tendremos miles de plantaciones», añade, destacando querer «tener especies que produzcan bayas» para favorecer la biodiversidad.
«Espero que se vaya sustituyendo progresivamente el negro de los paisajes de hoy por el verde», comenta el alcalde, que gracias a una campaña de donaciones lanzada en junio recaudó casi 100,000 euros (110,000 dólares) para devolver la vida a la Montagnette.
«El dinero recaudado ayudará a la realización de un estudio, que está en curso, por la Sociedad del Canal de Provenza, para ver si técnicamente se puede llevar agua de riego a la meseta de la Montagnette», detalla.
«Nos dimos cuenta de que en esta meseta antes teníamos cultivos, y fue este lugar el que nos permitió protegernos del fuego porque cuando hay cultivos, incluso poco mantenidos, el fuego se propaga mucho menos rápido», indica.
«La idea es reconquistar esos espacios que estaban más o menos en barbecho», cultivando olivos, hierbas de Provenza, hierbas medicinales o incluso almendros, que servirán «de cortafuegos en relación con el riesgo de incendio», explica el edil.
«Estamos en un esquema de reconquista agrícola local», continúa. «Vamos a tratar de resolver los problemas climáticos inventando nuevas técnicas», resume.