Agencias, Ciudad de México.- Los zapatos deportivos de bronce de Jackie Robinson, que quedaron abandonados cuando la estatua del primer jugador en romper la barrera del color en el béisbol de Grandes Ligas fue robada de un parque de Kansas, serán donados al Museo de las Ligas Negras.
Los ladrones cortaron la estatua por los tobillos el mes pasado, dejando sólo los pies en el Parque McAdams, en Wichita. Cerca de 600 niños juegan ahí en una liga infantil de béisbol llamada Liga 42. Fue nombrada en honor al número que usaba Robinson en su uniforme con los Dodgers de Brooklyn, con quienes rompió la barrera racial en las mayores, en 1947.
Bob Lutz, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro de Ligas Pequeñas que encargó la escultura, dijo que el museo en Kansas City, Missouri, estaba “entusiasmado” por incorporar los zapatos en la exhibición de Robinson.
La muestra también incluye una placa en honor a Robinson, la cual se encuentra dañada. El letrero se colocó en 2001 frente al lugar de nacimiento de Robinson, cerca de Cairo, Georgia. Los miembros de la comunidad descubrieron el año pasado que alguien había disparado a la placa varias veces.
“Es un poco triste la manera en que estamos construyendo este pequeño santuario de cosas de Jackie Robinson que han sido desfiguradas o dañadas”, dijo Bob Kendrick, presidente del Museo de Béisbol de las Ligas Negras. “Pero nos da la oportunidad de hablar de quién fue, las características y el valor de lo que representó, incluso ante la adversidad. Y ese mensaje realmente nunca pasa de moda”.
Robinson jugó con los Monarcas de Kansas City de las Ligas Negras antes de integrarse a los Dodgers de Brooklyn, allanando el camino para generaciones de peloteros afroamericanos. Se le considera no sólo una leyenda del deporte, sino también un ícono de los derechos civiles. Robinson murió en 1972.
Los equipos de bomberos encontraron restos quemados de su estatua cinco días después del robo mientras atendían el incendio de un bote de basura en otro parque a unos 11,27 kilómetros de distancia. Un hombre fue acusado este mes del robo.
La policía negó que hubiera pruebas de que se trataba de un delito motivado por el racismo, sino que más bien la intención era vender el metal como chatarra.
Las donaciones llegaron después del robo, por un total de alrededor de 300,000 dólares, dijo Lutz. La cantidad incluye una donación de 100,000 dólares de la oficina del béisbol de las Grandes Ligas.