Agencias, Ciudad de México.- Los economistas de Citigroup Inc. se arriesgan a apostar que prácticamente todo el mundo en Wall Street está equivocado sobre la Reserva Federal.
Después de tres meses seguidos de lecturas de inflación ligeramente más rápidas de lo esperado, los expertos de Bank of America Corp, Goldman Sachs Group, Morgan Stanley y otros bancos han reducido sus proyecciones de recortes de tasas de interés para este año. El presidente de la Fed, Jerome Powell, apoyó estos movimientos el martes, cuando señaló que las autoridades no tienen prisa por relajar la política monetaria.
Sin embargo, Andrew Hollenhorst y Veronica Clark, de Citigroup, afirman que precipitarse en emitir juicios es erróneo, porque a la Fed le sigue preocupando que la racha sorprendentemente fuerte de crecimiento económico pueda estancarse. En consecuencia, ambos mantienen su proyección de cinco recortes de un cuarto de punto este año, y afirman que los responsables de la política monetaria están ansiosos por aprovechar cualquier señal de desinflación o debilidad económica.
“Hemos estado pensando en la trayectoria de la economía en 2024 de manera muy diferente a la de otros analistas”, dijo Hollenhorst en una entrevista, quien ha incorporado de forma constante expectativas de inflación rígidas en sus estimaciones de este año. “Creemos que la función de reacción de la Fed es mucho más dovish que el consenso”.
El pronóstico del banco contrasta con el sentimiento general de los mercados financieros, donde los rendimientos de los bonos se dispararon después de que el índice de precios al consumidor publicado la semana pasada llevara a los inversionistas a revisar las expectativas. En el mercado de derivados, los operadores descuentan una probabilidad de alrededor del 10% de un primer recorte de tasas en junio y dudan que la Fed realice siquiera dos reducciones de un cuarto de punto este año.
Sin embargo, en los últimos años, los mercados han tenido sistemáticamente dificultades para predecir hacia dónde se dirige la Fed, subestimando tanto el grado de endurecimiento como la rapidez con que revertirá el rumbo. Si los economistas de Citigroup están en lo cierto, el último giro puede ser solo otro paso en falso.
En su opinión, la clave está en las próximas lecturas del índice subyacente de gastos de consumo personal, una medida de inflación preferida por la Fed. Los economistas de Citigroup esperan que revele cierto enfriamiento de la presión sobre los precios. Si el índice muestra aumentos mensuales de solo el 0,25% en marzo y abril —aproximadamente donde estaba en febrero— la Fed encontrará “cobertura para empezar a ajustar ‘gradualmente’ las tasas de interés a la baja a partir de junio o julio”, dijeron los economistas.
Citi también espera que la Fed dé más importancia a cualquier señal de debilidad económica —como una desaceleración del mercado laboral— que a los datos que muestran una fortaleza continua, dado lo que consideran un sesgo dentro del banco hacia una política de relajación.
“A pesar de una declarada falta de ‘urgencia’, el presidente Powell y el comité están ansiosos por comenzar a ajustar las tasas de política a la baja”, escribieron Hollenhorst y sus colegas en una nota publicada el miércoles. “La asimetría dovish de la función de reacción de la Fed parece subvalorada por los mercados de tasas de interés”.