Agencias, Ciudad de México.- Un helicóptero propiedad de Neymar colaboró este miércoles en la evacuación de personas afectadas por las inundaciones que han dejado gran parte de la zona metropolitana de la ciudad brasileña de Porto Alegre bajo las aguas.
El helicóptero con la matrícula PP-NRJ, en alusión a las iniciales de Neymar Júnior, se desplazó a Porto Alegre para llevar suministros y víveres donados por el futbolista brasileño.
En el vuelo de vuelta, evacuó a una mujer que llegó en camilla a un punto de atención a los afectados montado por los cuerpos de rescate en la carretera BR-116, en el municipio de Eldorado do Sul, uno de los más afectados por las inundaciones, según presenciaron periodistas de la Agencia EFE.
Eldorado do Sul, municipio de 42.000 habitantes, se encuentra completamente inundado por la crecida sin precedentes del caudal del río Guaíba.
La estrella de la selección brasileña y del Al-Hilal saudí anunció este martes el envío de su avión privado cargado con alimentos y ayuda para los damnificados por las inundaciones, que han causado inmensos daños en el sur de Brasil.
«No me gusta publicar todo lo que hago o en lo que ayudo, porque los que lo hacen… lo hacen de corazón y no por compromiso. Así que este mensaje es para animar a la gente a ayudar aún más», afirmó Neymar en sus redes sociales.
Los temporales, que comenzaron hace más de una semana, ya han causado 100 muertes en Río Grande do Sul y otro fallecimiento en el vecino estado de Santa Catarina, también afectado por el fenómeno aunque con una intensidad menor.
El balance oficial más reciente agrega que también hay 128 desaparecidos y 372 heridos en Río Grande do Sul, donde el 80 % de los municipios está total o parcialmente bajo el agua, y unas 230.500 personas han tenido que abandonar sus hogares.
El total de damnificados por el desastre climático se sitúa en torno a 1,5 millones de personas, muchas de las cuales están a la espera de ser rescatadas de las zonas más afectadas.
También fueron destruidas miles de viviendas e infraestructuras, como puentes o carreteras, y el aeropuerto de Porto Alegre se ha convertido en una inmensa laguna, lo que ha obligado a interrumpir totalmente sus operaciones hasta fines de este mes.