Agencias, Ciudad de México.- El pateador de los Chiefs de Kansas City Harrison Butker aseguró el miércoles que “muy intencional” en sus comentarios durante el polarizante discurso de graduación de mayo y respaldó lo que dijo.
Butker dijo que inicialmente no tenía intención de dar el discurso del 11 de mayo en Benedictine College, una escuela de arte liberal católica en Atchison, Kansas. En mayo del 2023 dio otro mensaje en Georgia Tech, su alma mater, y dijo que “no quería ser conocido por dar discursos de graduación”. Butker cambió de opinión tras reflexionar sobre su relación con la escuela.
“Creo que tras siete años en la liga, teniendo esta plataforma, decidí, creo que hay cosas en la que creo con todo el corazón y creo que harán un lugar mejor y voy a dar ese mensaje. Si la gente no está de acuerdo, entonces no están de acuerdo, pero continuaré diciendo lo que creó que es la verdad y amaré a todos en el camino”, aseguró Butker.
En su mensaje, el tres veces campeón del Super Bowl le dijo a la clase de graduados que la mayoría de las mujeres que estaban recibiendo su diploma seguramente estaban más emocionadas por casarse y tener hijos y que algunos líderes católicos “estaban empujando una peligrosa ideología de género en la juventud de los Estados Unidos”.
Butker también atacó el mes del orgullo gay y la posición sobre el aborto del presidente Joe Biden.
La NFL se distanció de los comentarios del jugador tras el mensaje diciendo que “sus ideas no son las mismas de la NFL como organización”.
El pateador de 29 dijo el miércoles que cree que su mensaje fue interpretado de forma errónea.
“Toda mi carrera he hablado de que soy esposo y padre antes de pateador, algo que siempre he predicado”, aseguró. “Pero luego cuando use ese discurso para hablar de las mujeres y que acogieran ser madres por sobre su carrera, creo que lo interpretaron como que quise hacer menos a las mujeres, lo cual no hice”.
Butker dijo que su discurso llevó a debate en el vestuario de los Chiefs y que vio como algo positivo.
Esta semaa Butker acordó firmar una extensión de contrato reportado en 25,6 millones de dólares por cuatro temporadas y con lo que se convirtió en el pateador mejor pagado de la liga.