Agencias, Ciudad de México.-Los precios de la vivienda suben. Las acciones suben. Y también la cantidad que los estadounidenses creen necesitar para sentirse ricos. En promedio, los estadounidenses creen que se necesita un patrimonio neto de US$2,5 millones para considerarse rico en 2024, según los resultados de una encuesta anual publicada el miércoles. Se trata de un aumento del 14% con respecto al año pasado, cuando la encuesta Modern Wealth de Charles Schwab reveló que los estadounidenses pensaban que se necesitaban US$2,2 millones para ser ricos.
“La noción de riqueza combina números y emociones”, dijo Rob Williams, director gerente de planificación financiera de Charles Schwab. “El salto de US$2,2 millones a US$2,5 millones demuestra ambas cosas: el costo de la vida está aumentando, al igual que, probablemente, las opiniones más emocionales de la mayoría de los estadounidenses sobre lo que se necesita para ser rico”.
Cuanto mayor es una persona, mayor es su definición de riqueza en la encuesta. Los baby boomers dicen que para ser rico se necesitan US$2,8 millones, mientras que los mileniales sitúan la cifra en US$2,2 millones. En general, algo más de uno de cada cinco estadounidenses dijo que estaba “en camino” de ser rico y el 10% dijo que ya lo era.
Cuando se les preguntó qué patrimonio neto promedio necesitarían para considerarse “financieramente cómodos”, los estadounidenses respondieron que US$778.000, lo que representa un gran descenso con respecto a los resultados del año pasado y a la par con los resultados de 2022. Como la inflación se mantuvo caliente en 2023, el número aumentó a US$$1 millón, la lectura más alta desde el inicio de la encuesta en 2017.
Los miembros de la Generación X, muchos de los cuales ahora mantienen a sus hijos y apoyan a sus padres, mencionaron el patrimonio neto promedio más alto necesario para sentirse cómodos, de US$873.000. Eso es un 12% más alto que la respuesta de los boomers y un 20% por encima de la estimación de los mileniales.
La encuesta online de Logica Research se realizó en marzo a una muestra nacional representativa de 1.000 estadounidenses de entre 21 y 75 años.