Agencias, Ciudad de México.- Once años después de haber ganado la Concha de Oro con «Pelo malo», la cineasta venezolana Mariana Rondón regresa al Festival de San Sebastián con «Zafari», una fábula distópica ambientada en un país latinoamericano que se desmorona.

El cuarto largometraje de la realizadora nacida en la ciudad de Barquisimeto entra este domingo a competir en la sección Horizontes por el premio a mejor película latinoamericana, en el certamen que tiene lugar en la ciudad vasca, en el norte de España.

Un animal nuevo, el hipopótamo Zafari, llega a un zoológico en una ciudad de un país hundido en la crisis, maravillando a los habitantes de la zona, tanto a los de clase baja como a los de clase media, que viven en un edificio vecino.

En ese inmueble reside Ana con su familia. En medio de la crisis, ella intenta sobrevivir robando en los apartamentos del edificio que van quedando vacíos por el éxodo de la población hacia el extranjero.

Escasez de comida, cortes de luz diarios, falta de agua, calles controladas por bandas de motorizados… El país tiene muchas similitudes con Venezuela, pero Mariana Rondón evita deliberadamente nombrarlo.

Para ella, el lugar es un compendio de los países latinoamericanos que, cíclicamente, se ven golpeados por las crisis.

– «Estado de sobrevivencia» –

Hay una «crisis latinoamericana recurrente. No es lo mismo una que otra, pero está todo el tiempo ahí presente. Y entonces empezamos a trabajar ‘Zafari’ en base a eso. Desde ese lugar que nos es común, de esa crisis que nos es común», explica Rondón en entrevista con la AFP.

«¿Por qué volvemos a caer en esto? ¿Por qué nos volvemos a hacer esto?», se pregunta la cineasta, quien apunta que no importa si los gobernantes «son de un extremo o del otro extremo, la conclusión es la misma: que los habitantes de la región terminamos padeciendo de la misma manera».

Identificar el país «nos obligaba a asumir la película no desde la fábula distópica, que era lo que queríamos, sino desde un realismo o un hiperrealismo que podía ser tan crudo y doloroso que no permitiera la distancia de una reflexión, que es más lo que nos interesa», agrega.

En la pantalla, el derrumbe del país lo sufren todos los personajes, sin importar su clase social.

«Es una crisis transversal y todos están tratando de disimular. Y todos están tratando de aprovecharse del otro. Y todos están viviendo, como lo llamo yo, un quiebre ético (…) Es un estado de sobrevivencia», dice Rondón.

– «‘Mix’ cultural» –

Rodada en República Dominicana y Perú, la película entremezcla varios géneros, desde el cine de autor hasta el thriller.

«Una cosa que tratamos de hacer fue coquetear con los géneros» para «poder mantener esa tensión» en la película, que mantiene al espectador en el borde de su asiento.

Rondón confiesa que una de las razones por las que tardó más de una década en volver a filmar después de «Pelo malo» fue precisamente la crisis en Venezuela, que la llevó a radicarse en el extranjero.

«No tenía dónde filmar, ni cómo filmar (…) Te quedas sin país», lamenta.

Realizada cuando Rondón estaba viviendo en Perú, «Zafari» cuenta con un elenco de varias nacionalidades, como la chilena Daniela Ramírez, que da vida a Ana, los venezolanos Francisco Denis y Samantha Castillo y el argentino Juan Carlos Colombo.

«Este ‘mix’ cultural que existe en esta película solo la potencia, potencia la mirada y hace que la película no sea de un solo lugar, que pueda ser», simplemente, «latina», estimó Daniela Ramírez a la AFP.

«Zafari» compite en la sección Horizontes con otras trece producciones latinoamericanas, de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá y Perú. Los premios se entregan en la gala de clausura el sábado próximo.