Agencias, Ciudad de México.- Las estadísticas de Tyreek Hill como receptor han desmejorado considerablemente. El líder de yardas mediante recepciones de la NFL en 2023 ha atrapado 23 pases para 286 yardas en cinco partidos con los Dolphins de Miami. Es menos de la mitad de lo que había logrado en sus primeros cinco compromisos la temporada pasada (651).
La falta de producción puede atribuirse a varios factores, incluyendo lesiones en la posición de mariscal de campo y errores ofensivos. Pero el receptor elegido All-Pro no quiere culpar a nadie.
“Estoy aquí por este equipo”, dijo Hill el miércoles. “Estoy aquí por mis hermanos todo el día. Si estoy libre, no voy a ir a un costado del terreno para señalarlo. Simplemente lo arreglaremos al día siguiente, cuando veamos juntos el video sobre la ofensiva”.
De cara a su partido de la Semana 7 contra los Colts de Indianápolis, los Dolphins estaban últimos en la NFL en puntos conseguidos por la ofensiva y 26tos en pases.
Antes de atrapar seis pases para 69 yardas en la Semana 5 contra los Patriots, Hill había pasado tres duelos consecutivos sin alcanzar 50 yardas. No ha tenido un partido con 100 yardas por aire desde que sumó 130 con un touchdown en el primer encuentro de la temporada.
En comparación, Hill había sumado cuatro partidos con 100 yardas mediante recepciones para la Semana 7 del año pasado.
Los Dolphins han estado sin Tua Tagovailoa, el líder en pases del año pasado, desde la Semana 2 debido a una conmoción cerebral. Han recurrido a Tyler “Snoop” Huntley en los últimos dos duelos. Skylar Thompson, el suplente de Tagovailoa, comenzó la Semana 3 pero se lesionó las costillas y no ha jugado desde entonces.
Huntley ha admitido que necesita generar química con los rápidos receptores de Miami. Eso incluye a Hill, con quien Huntley no conectó en varios lanzamientos largos en su debut con los Dolphins, una derrota por 31-12 ante los Titans en la Semana 4.
Ahora Huntley comenta que pasó tiempo durante la semana de descanso del equipo trabajando en su juego de pies y estudiando el tiempo y las complejidades del libro de jugadas del entrenador Mike McDaniel. El ex mariscal de campo de los Ravens incluso llamó a algunos de sus receptores para que regresaran de su descanso antes para lanzar juntos.
“No quería molestar a demasiados chicos”, dijo Huntley, “Los chicos que pudieron volver antes tuvieron la oportunidad de atrapar algunos pases, y eso fue bueno”.
Los compañeros de equipo de Huntley se han unido en torno a él, aplaudiendo su comunicación, determinación para aprender la ofensiva y su respuesta a los errores.
Cuando se le preguntó si siente que está jugando al mismo nivel que en el pasado, Hill sonrió.
“El Cheetah va a ser Cheetah”, dijo.