Agencias, Ciudad de México.- El Flamengo emitió el martes un comunicado en apoyo a su extremo Bruno Henrique, en medio de una investigación por presunto amaño de partidos que llevó a varios agentes de la policía federal al campo de entrenamiento del club en Río de Janeiro.

Medios locales informaron que la policía está investigando un alto número de apuestas que anticipaban que Henrique recibiría una tarjeta amarilla durante la derrota 2-1 de Flamengo contra Santos en un partido de la liga brasileña, realizado el año anterior. El extremo de 33 años recibió la amonestación hacia el final del encuentro y luego fue expulsado.

“Total apoyo a nuestro atleta Bruno Henrique, quien goza de nuestra confianza y, como cualquier otra persona, tiene presunción de inocencia”, recalcó el Flamengo en un comunicado. “El club no tuvo acceso a la investigación ya que el caso está sellado. Nuestro deportista continuará realizando sus actividades profesionales como de costumbre”.

Antes de la investigación, se esperaba que Henrique jugara el miércoles como visitante ante Cruzeiro, en la liga brasileña.

La policía federal de Brasil confirmó que los agentes visitaron el campo de entrenamiento de Flamengo, pero no precisó si Henrique era un objetivo de la pesquisa. Un portavoz del jugador no comentó sobre el caso.

El extremo es considerado un héroe del club y fue uno de sus jugadores clave en dos de los tres títulos de la Copa Libertadores de Flamengo.

En mayo, otro jugador brasileño estuvo involucrado en un escándalo de arreglo de partidos vinculado a las apuestas deportivas.

Lucas Paquetá, mediocampista del West Ham y de la selección nacional de Brasil, fue acusado por las autoridades de fútbol inglesas en medio de alegatos de que había recibido tarjetas deliberadamente durante los partidos de la Liga Premier para influir en los mercados de apuestas. Paquetá niega cualquier acto indebido.

El año pasado, investigaciones realizadas por fiscales en el estado de Goiás llevaron a acusaciones de supuesta manipulación de competiciones deportivas contra 15 jugadores de las dos principales categorías y ligas locales. Muchos de ellos fueron suspendidos en Brasil.