Agencias, Ciudad de México.- La tarea de Jürgen Klopp al frente de las operaciones de fútbol de Red Bull se complicó mucho incluso antes de su primer día de trabajo.

El exentrenador del Liverpool fue contratado en octubre como el nuevo “jefe de fútbol global” del imperio futbolístico internacional del gigante de bebidas energizantes, pero no está previsto que comience hasta el 1 de enero. Mientras tanto, ese imperio se tambalea.

Leipzig, el club estandarte de Red Bull, Leipzig, ha perdido cada uno de sus partidos en el nuevo formato de la Liga de Campeones y no ha ganado un encuentro en la Bundesliga alemana desde octubre. Perder 5-1 contra Wolfsburgo la semana pasada fue golpeó fuerte. La victoria ante Eintracht Frankfurt el miércoles en la Copa de Alemania alivió un poco la presión que atosiga al entrenador Marco Rose, pero la confianza de su joven equipo todavía parece frágil.

Salzburgo, el club original de Red Bull, marcha en un distante quinto puesto en la liga austriaca y ha perdido cuatro de sus cinco partidos de la Liga de Campeones. En la liga brasileña, Bragantino está al borde del descenso, 18vo entre 20 equipos. El único punto brillante está en Estados Unidos, donde los New York Red Bulls disputarán el sábado la final de la Copa MLS contra el LA Galaxy.

La carga de trabajo de Klopp aumenta
Klopp dijo en octubre que veía su nuevo papel más como un “asesor” para los entrenadores — “a menudo la persona más solitaria del club” — que como un ejecutivo de contrataciones y despidos. Eso podría ponerse a prueba si Leipzig y Salzburgo no reaccionan este mes.

Leipzig tendrá la oportunidad de lograr una imperiosa victoria en la Bundesliga al medirse el sábado contra el alicaído Holstein Kiel, pero obtener un punto en la Liga de Campeones contra Aston Villa la próxima semana será más difícil.

Hasta hace poco, Rose parecía encajar bien como entrenador de Leipzig. Nació en la ciudad del este de Alemania y ganó títulos en Salzburgo. Entró en sintonía con jugadores en alza, como los delanteros Lois Openda y Benjamin Sesko y el mediocampista Xavi Simons.

Con los recientes malos resultados del equipo, las conjeturas sobre un cambio de técnico se han acrecentado.

La situación del entrenador en Salzburgo es más personal para Klopp
Pep Lijnders estuvo seis años como asistente de Klopp en Liverpool antes de irse al equipo austriaco en mayo. Sorprendentemente, Salzburgo también competirá en el Mundial de Clubes en Estados Unidos el próximo año, y será el único club del grupo Red Bull en el mismo.

Rouven Schröder dejó su papel como director deportivo de Leipzig la semana pasada por un puesto recién creado como “director gerente deportivo” en Salzburgo. Oficialmente, es un ascenso y conlleva más autoridad.

Klopp no ha dado señales de que esté ansioso por volver a entrenar.

Su decisión fue criticada por los hinchas de sus anteriores clubes alemanes, pero el imperio futbolístico de Red Bull tiene antecedentes de intervenir cuando es necesario.

Ralf Rangnick entrenó a Leipzig en dos etapas cuando a la vez ejercía el cargo de director deportivo y luego asumió una función similar a la de Klopp como “jefe de deportes y desarrollo de fútbol” para el grupo.

¿Klopp en la banda otra vez? No lo descarte.